Pestañas.

Pain

Necesito expulsar por los poros de mi piel todos los malos pensamientos, toda la rabia contenida, que he ido acumulando como el polvo en los cajones.

Ahora mismo mis pensamientos se entrelazan, no dejándome ver con claridad ninguno de ellos, mis palabras salen alborotadas, casi escupidas, como si tuvieran miedo de quedarse aquí dentro, y escapan despavoridas, mezclándose entre el miedo y la ansiedad de querer huir.

No puedo aguantar la sensación de quedarme callada, de tragarme todas las palabras que intentan evaporarse, como si fuesen una cortina de humo, que son imposibles de sostener con la mano, pero no con la mirada. Mirada que me hierve como si el fuego se prendiera en ella, como si mis pupilas fueran llamas que solo las lágrimas son capaces de apagar.
¿Pero después quien apagará el llanto? 

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